Mayagüez dice NO al carbón

El 4 de mayo de 2016, mientras miles de puertorriqueños se preparaban para votar, al otro día, en las primarias de candidaturas a puestos electivos en Puerto Rico y por el candidato demócrata a la Casa Blanca, los miembros de la organización Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente (MAS) iniciaban una campaña de orientación ante la sospecha de que la compañía AES Puerto Rico depositaría, en el vertedero municipal de Mayagüez, cenizas tóxicas de carbón procedentes de su planta en Guayama.

“Nos llegó una confidencia de que la AES iba a traer camiones con cenizas a Mayagüez durante la madrugada”, confirmó la doctora Julia Mignucci.

La información se compartió con diferentes sectores de la sociedad civil, organizaciones comunitarias, ecologistas, además de MAS. El gobierno municipal de Mayagüez fue alertado sobre el particular. Mayagüez aprobó en marzo del 2010 la ordenanza #46 que prohíbe la disposición de materiales contaminantes en el Municipio. “Este municipio, al igual que otros del área oeste, son territorio de NO Al Carbón”, dijo Mignucci a mayagüezsabeamango.com.

Era la segunda vez, en poco tiempo, que Mignucci escuchaba hablar de la posibilidad de que en la Sultana del Oeste se estuvieran sembrando cenizas tóxicas. La primera vez se enteró a través de una investigación periodística del Centro de Periodismo Investigativo (CPI).

“Es por ese artículo que nos enteramos de ello. No tengo evidencia de dónde en Mayagüez o que se haya dado ese evento”, admitió.

Rescindiría el contrato de inmediato

José Guillermo Rodríguez, Alcalde de MayagüezPreguntado sobre el particular, el alcalde de Mayagüez, José Guillermo Rodríguez recordó que el contrato con Easy Waste, empresa que administra el vertedero de Mayagüez, “prohíbe el depósito de sustancias contaminadas en el vertedero municipal”.

“Si nosotros descubrimos o entendemos o tenemos evidencia de que se ha depositado material contaminante, iríamos inmediatamente al tribunal a revocar el contrato que tenemos vigente con esa compañía. Eso está prohibido por el reglamento y por contrato. No lo vamos a aceptar”, advirtió Rodríguez.

La fitopatóloga y fundadora de MSA dijo que “la ciudadanía está alerta, en vigilancia e informada. Familias en las cercanías del barrio Cuba, urbanizaciones aledañas, las Parcelas Soledad y otros, cercanos a donde ubica el vertedero, están vigilantes”.

MSA no duda que hayan depositado cenizas tóxicas

Según la profesora retirada del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), algunos en Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente (MSA) “pensamos que sí era cierto, que había ocurrido (el depósito de cenizas). La posibilidad de que fuera en el vertedero era alta pues la compañía que administra el vertedero de Mayagüez es la misma que administra los de Humacao y de Peñuelas, y no teníamos conocimiento de ningún tipo de construcción cuyo proyectista las recibiera (las cenizas tóxicas)”.

La Junta de Calidad Ambiental reconoció “que se han depositado y manejado de forma ilegal siete mil toneladas de cenizas en el vertedero de Peñuelas y 350 mil toneladas en el vertedero de Humacao”.

“Ahora la AES se enfrenta a las limitaciones de no poder disponer de sus cenizas en los vertederos de Humacao y Peñuelas. Ahora hay menos proyectos de construcción, aunque ellos en el pasado han estado regando las cenizas en campos y caminos, por lo que hay que estar alerta por los impactos detrimentales a los suelos y a los abastos de agua y acuíferos. Especialmente el Acuífero del Sur que ya está comprometido por la intrusión de agua de mar”, recalcó.

MSA triunfa sobre Cogentrix

Mignucci habla con conocimiento de causa. En los años 90, su gestión y la de otros profesores del RUM y la de los grupos comunitarios representados en MAS, produjo información valiosa redactada por académicos de prestigio en el ámbito de las ciencias y la ingeniería, entre otras especialidades, que demostraban el daño que producen a la salud las cenizas de carbón.

Con esa información MAS logró movilizar a los ciudadanos. La organización logró detener la construcción de una planta de carbón que la firma Cogentrix quería construir en la bahía de Mayagüez.

“Sin duda los científicos locales analizaron y trajeron a la luz la información y datos científicos ya conocidos, sobre los efectos de las cenizas tóxicas sobre la salud de los seres vivientes y la contaminación que impondría en los suelos, y por ende la agricultura; además de la contaminación de las aguas, ya que estamos en un país tropical de lluvias torrenciales, también rodeado de agua, que moviliza todo”, sostuvo.

Dra. Julia MignucciLo que pasa en Guayama, dice, “a la larga llega por el plumacho de las chimeneas de la planta, a los pueblos aledaños de costa y montaña, con los vientos alisios impulsándolo hasta el oeste. Lo que llega a la costa donde se ubica la AES, eventualmente se dispersa a lo largo de las costas”, puntualizó.

La información recopilada para rechazar la construcción de la planta de Cogentrix fue “claramente evidenciada y planteada” en vistas públicas de la Junta de Calidad Ambiental (JCA), la Junta de Planificación (JP), la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y el Senado de Puerto Rico. Mignucci recordó, que para rechazar los argumentos de los científicos, la Cogentrix – Endesa respondía “que las cenizas las regresarían a las minas de donde trajeron el carbón. Que no se dispondría de ellas en Puerto Rico”.

AES se confiesa… a medias

Según la investigación del Centro de Periodismo Investigativo (CPI) documentos hechos públicos por la misma AES indican “que hasta el año 2011 se habían depositado 609,608 toneladas en Salinas y otras 235,635 toneladas en Arroyo”.

En el artículo, Bomba de tiempo: las cenizas de carbón se asegura que “descargas adicionales de cenizas de carbón también llegaron hasta los municipios de Ponce, Juncos, Santa Isabel, Mayagüez, Toa Alta, San Juan, Dorado, Caguas y Coamo, aunque la cantidad y ubicación exacta son un misterio. Por cierto, AES se negó a hablar con el Centro de Periodismo Investigativo.

El alcalde Rodríguez reafirmó que el contrato vigente con Easy Waste prohíbe, explícitamente, el depósito de materiales contaminados en el vertedero municipal de Mayagüez.

“Yo me amparo en que el contrato prohíbe que se haga. Si se hizo y hay evidencia de que se hizo, hay una violación al contrato. Inmediatamente rescindiría el contrato, si es que han depositado cenizas o cualquier otro material contaminante allí”, sentenció al ejecutivo municipal.

Los efectos nocivos de las cenizas tóxicas

Los científicos de MSA describieron en los 90’s los impactos negativos a la salud respiratoria que producen las cenizas voladizas de menos de 10 micrones, que se pueden alojar en los pulmones. “Así que, no solo son las toneladas de cenizas que se depositan en los suelos sino también la que se escapa de las estibas, y las que salen durante la quema del carbón en la planta”, subrayó Mignucci.

Cuando se anunció la construcción de la planta de AES en Guayama, una representación de MAS depuso en las vistas públicas y vertió toda la información recopilada para Mayagüez, que aplicaba para la planta, entonces propuesta, para Guayama. “Nuestra consigna siempre ha sido No al carbón en ningún sitio en Puerto Rico”.

“Los costos que no están en la factura y que son los más altos son los que todos pagamos con los problemas de salud; daño a nuestros recursos naturales que sostienen nuestra vida y la economía del país”, señaló.

AES Puerto Rico en la mira

AES utiliza el carbón mineral como combustible para producir, en su planta de Guayama, el 15% de la electricidad que se consume en la isla y que la compañía le vende a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). Comenzó su operación en noviembre del 2002, y hasta hace unos meses, no podía disponer de sus cenizas en Puerto Rico.

Según el CPI, cuando inició operaciones, “la AES pagó para que descargaran cenizas en Arroyo Barril”, un poblado que está en la bahía de Samaná en República Dominicana. “Un santuario para las ballenas jorobadas”.

“Allí, entre los años 2003 y 2004, fueron trasladadas en barco y depositadas en el muelle sobre 27 mil toneladas de cenizas de la planta de carbón AES, ubicada en Guayama, al sur de la Isla del Encanto”, lee el artículo.

El periodista Omar Alfonso conversó, entre otros, con el doctor Eduardo Ortiz Mejías, adscrito entonces a la Unidad de Atención Primaria quien confiesa que a partir de entonces, “las consecuencias a la salud fueron devastadoras”.

“El galeno no solo certificó que la frecuencia de abortos y nacimientos de niños con deformidades fue atípica en Arroyo Barril entre los años 2005 al 2008. También observó cómo en años posteriores al desembarco de cenizas prevalecían las erupciones cutáneas, los abortos involuntarios, la repetición de abortos, los partos prematuros, malformaciones "y lo que veía solamente en libros: los siameses", según la investigación del CPI publicada en la primavera de este año.

El doctor Ortiz Mejías confesó, “cómo vivió en carne propia este despunte de condiciones de salud que se dio en Arroyo Barril luego de que se depositaron las cenizas allí”. Su esposa perdió un bebe a los cuatro meses de gestación.

AES cambia las reglas del juego

“El Centro de Periodismo Investigativo descubrió que el pasado 17 de julio de 2015, la Autoridad de Energía Eléctrica aprobó una enmienda al contrato que tiene con AES desde 1994. En la enmienda, se permite que la empresa disponga de sus cenizas de carbón en Puerto Rico”.

De acuerdo a la investigación periodística, la enmienda se aprobó “sin que hubiera discusión pública sobre sus consecuencias” tampoco fue notificada a las comunidades de la zona, ni al país.

La enmienda, apoyada por la Agencia de Protección Ambiental federal, la EPA, según el CPI se realizó dos semanas después de que el ambientalista y representante del ciudadano en la Junta de Gobierno de la Autoridad de Energía Eléctrica, Juan Rosario, saliera de la AEE.

“Ahora con un contrato hecho a su medida, se legitiman las violaciones que por una década ha cometido AES al disponer de sus cenizas bajo la premisa del “uso beneficioso” en urbanizaciones, lotes vacíos y caminos de la isla, frente a la mirada indiferente de los funcionarios y las agencias que se supone fiscalicen estas acciones”, dice el CPI.

También añade que “aprovechando la falta de supervisión y fiscalización del gobierno, hoy se sabe que entre los años 2004 al 2012, AES se libró de sobre 2 millones de toneladas de cenizas que terminaron, y continúan hoy, bajo urbanizaciones, centros comerciales y carreteras de Puerto Rico”.

De acuerdo al artículo “desde el año 2009, una demanda civil radicada en el Tribunal de Delaware acusa a la corporación AES y cuatro subsidiarias de haber expuesto a residentes de la República Dominicana a tóxicos y cancerígenos de las cenizas de carbón que provocaron “severo daño personal, malformaciones y abortos”. Actualmente, la juez presidente del Tribunal Superior de Delaware, Jan R. Jurden, evalúa la prueba”.

Cenizas de AES exceden 9 mil veces el límite de seguridad

El CPI desveló que un examen realizado exclusivamente con cenizas de carbón de la planta AES en Guayama concluyó que este desecho tiende a liberar metales pesados en concentraciones que exceden hasta 9,000 veces el límite de seguridad permitido por estándares federales, al entrar en contacto con líquidos y suelo.

Por su parte la EPA confirmó haber hallado en las cenizas de carbón de AES, niveles excesivos de arsénico, boro, cloruro y cromo. También hay rastros dañinos de litio, molibdeno, selenio y talio. Varios estudios han confirmado los efectos dañinos para la salud y el ambiente las de altas concentraciones de metales pesados.

Sugerencia

“La gran ironía es que en la factura de todos en Puerto Rico nos cobran por la energía que les suplen a la AEE las dos generatrices privadas. Por lo tanto, pese a nuestra oposición estamos pagando por la quema de carbón en Puerto Rico con sus consabidos daños. Deberíamos calcular cual es el por ciento de lo que pagamos y restárselo a la factura y no pagar esa porción a manera de boicot.

Mignucci, quien utiliza energía solar en su casa dice que no ha podido escapar de la AEE porque usa la luz de la AEE por la noche. “Aspiro a añadir, en un futuro no muy lejano, un sistema de baterías para eventualmente independizarme totalmente”.