Mayagüez importó el primer automóvil a Puerto Rico

Mayagüez fue precursora del automovilismo en Puerto Rico. Importó los primeros automóviles a la Isla y allí se estableció, por don Santiago A. Panzardi, el primer negocio de importación de automóviles y se celebraron las primeras competencias de autos de carrera.

En la ciudad de Mayagüez se estableció en 1896 la primera agencia de bicicletas de alquiler de Puerto Rico. El naciente negocio sentó las bases para el desarrollo del automovilismo en la isla, años más tarde, gracias a la iniciativa de un joven que en el curso del tiempo habría de hacer historia en el automovilismo puertorriqueño: Santiago A. Panzardi.

Sobre el automovilismo en Mayagüez, transcribimos las siguientes anotaciones del archivo de don Regino Cabassa, quien también contribuyó en el pasado a estas actividades:

“La primera agencia de bicicletas de alquiler fue establecida en Mayagüez en el año 1896, por don Santiago A. Panzardi, con la anuencia de su padre don Blas Panzardi natural de Lauria, Italia. Esta firma se convirtió en la mayor en el ramo de importación de bicicletas y accesorios para las mismas en todo Puerto Rico.

Panzardi también fundó en Mayagüez el primer Club Ciclista de Puerto Rico, a principios de siglo, del cual fue su presidente, y tesorero don Oscar Castro Martínez. Los propósitos del Club fueron “propender a la unión de los individuos de buena fe dedicados a este deporte, levantar el ciclismo y proporcionar a todos aquellos ejercicios recreativos, que más armonicen con la índole de la sociedad”.

Para dar más auge al ciclismo, Panzardi partió de Mayagüez en una ocasión con varios amigos, para dar la vuelta a la Isla en bicicleta. Solamente él y su amigo César Rodríguez llegaron a San Juan.

Primer automóvil

En 1904 se importó a Puerto Rico el primer automóvil, por un sindicato formado en San Germán por los señores Tomás Quiñones, Quintín Ramírez, Rosendo Quiñones, Ulises Díaz, y otros. Era un “Locomobile” a vapor. Este fue más tarde reparado en Mayagüez, percatándose el joven Panzardi de su mecanismo y funcionamiento.

En esta antigua fotografía, muy deteriorada, aparece el señor Panzardi en su automóvil de carreras “Pope Toledo”, que trajera de Estados Unidos. Le acompaña el señor Toto Cesaní. El Mundo, 1952.En esta antigua fotografía, muy deteriorada, aparece el señor Panzardi en su automóvil de carreras “Pope Toledo”, que trajera de Estados Unidos. Le acompaña el señor Toto Cesaní. El Mundo, 1952.El segundo automóvil, de explosión interna, lo importó a Mayagüez el señor Miguel Esteves Blanes. Era de la marca “Cameron”. El tercero lo importó don David Antongiorgi, de San Germán, un “Rambler”. Panzardi ya veía posibilidades comerciales al automóvil en Puerto Rico, y al efecto formó con don Simón Carlo el primer negocio de importación de autos. Los primeros, importados para fines comerciales, fueron un “Knox” y un “Long Distance”, de un cilindro cada uno y de cuatro asientos.

La nueva empresa comenzó viajes comerciales de Mayagüez a Yauco, Sabana Grande, San Germán y Cabo Rojo. Los viajes se dificultaban por las malas carreteras, la falta de gasolina y los continuos desperfectos.

Se facilitó en Mayagüez para esa época el aprendizaje de las técnicas de guiar automóviles, y de su mecanismo. Entre los discípulos de Panzardi figuran los señores Rafael Arcelay, Floirán Atiles, Valerio Altiery, Luis Bolta, Fidel Ferrer, Eduardo Riera, Toto Cesaní y otros. También fue el señor Panzardi el primero en la Isla en poner a funcionar un taller mecánico rodante, utilizando para ello una bicicleta doble, del tipo conocido entonces por “Tande”.

En 1905, don Santiago A. Panzardi importó a Puerto Rico el primer carro “Pope Toledo”, el que fue vendido a don Juan Bianchi, de Mayagüez. Fue en esa fecha que fundó también el equipo de béisbol Pope, pera anunciar los automóviles que representaba.

Del 1907 el 1908 trajo a la Isla los primeros automóviles “Pope Hartford”, dando así mayor impulso a la importación de estos vehículos, negocio que fue gradualmente extendiéndose a casi toda la Isla.

Servicio de guaguas

En cuanto al servicio de autobuses, éste se inició en Mayagüez entre la ciudad y La Playa. La guagua fue construida sobre un chasis de un carro “Knox” por don Simón Arce, en el año 1906. La tarifa de la ruta era solamente tres centavos por pasajero.

Un automóvil Pope Hartford, como los importados por don Santiago A. Panzardi entre 1907 y 1908.Un automóvil Pope Hartford, como los importados por don Santiago A. Panzardi entre 1907 y 1908.En 1910 el señor Panzardi se trasladó a San Juan, dejando sus negocios en Mayagüez al cuidado de su padre y de don Pedro Pruna. Cinco años más tarde se retiró de Mayagüez.

En el campo del automovilismo descolló también el joven Panzardi como uno de los mejores conductores de carros de carreras de Puerto Rico. Relata el señor Cabassa que en 1911 Panzardi adquirió un Pope de carreras, y en la Feria Insular de ese año, celebró una competencia con un aeroplano pilotado por un continental de nombre Schmidt, llegando apareados a la meta.

También auspició Panzardi una carrera entre su carro Pope y un Mercer acto que tuvo lugar en el Hipódromo de Ponce el 25 de julio de 1911. En esta ocasión cedió el volante de su Pope a Toto Cesaní. Cuando su carro desarrollaba una velocidad de 55 millas por hora, estuvo próximo a estrellarse el salírsele una rueda. En vista de esta circunstancia se proyectó una carrera de Ponce a Guayama para decidir la supremacía, pero el Gobernador canceló la misma por estar prohibidas en Puerto Rico las carreras da automóviles.

La rivalidad entre las distintas marcas de automóviles, de aquella época, relata el señor Cabassa, quedó demostrada en los esfuerzos por ascender el tortuoso camino del Cerro Las Mesas. Varios automovilistas intentaron el ascenso, algunos con éxito, participando automóviles “Pope”, “Mercer” y “Stodard-Dayton”, este último con mayor éxito por contar ya con el sistema de succión de gasolina.

Al final de sus memorias sobre el automovilismo en Puerto Rico, expresa el señor Cabassa lo siguiente:

“Todo el progreso y bienestar que disfruta hoy la industria del automóvil en Puerto Rico se debe a la iniciativa de don Santiago A. Panzardi. Este murió repentinamente en su residencia de Hato Rey el 10 de diciembre de 1924, relativamente pobre, pero querido y apreciado por todos”.


* Este artículo fue publicado el viernes 10 de octubre de 1952 en el periódico El Mundo.