Mayagüez sabe a mangó de William H. Brown

La exuberancia tropical caribeña que caracterizó la obra plástica del californiano William H. Brown, reconocido entre los mejores naturalistas del mundo, se pone de manifiesto en la obra Mayagüez sabe a mangó, comisionada al artista por el Westernbank en 1992.

La serigrafía del mangó es una edición única y limitada creada exclusivamente para la que fuera la más importante institución bancaria de Mayagüez. Los trabajos artísticos de Brown, producto de su visión naturalista forman parte de importantes museos y colecciones privadas. Entre estos: el Museo de Historia Natural de Los Angeles, la Sociedad Internacional de Vida Silvestre de Nueva York, el Museo de Arte y Botánica Marie Selby de Sarasota, Florida y la Academia de Philadelphia de Ciencias Naturales.

La serigrafía proviene de la pintura al óleo propiedad del Banco. A la misma se le incorporó, en homenaje póstumo al poeta puertorriqueño Luis Llorens Torres, el poema homónimo, en que le asigna sabores de frutas a los pueblos de la Isla. “San Juan sabe a coco de agua, Humacao a corazón, Ponce a níspero y quenepa… Mayagüez sabe a mangó”.

Brown vivió en Puerto Rico 22 años y fue responsable de la planificación ambiental de la compañía Palmas del Mar.

Serigrafía "Mayagüez sabe a mangó" de William H. Brown.Serigrafía "Mayagüez sabe a mangó" de William H. Brown.

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