Mayagüez tiene playa: Científicas piden se demarque la zona marítimo terrestre del Maní

Contrario a otras costas que se erosionaron por el azote del huracán María, la Reserva Natural Caño Boquilla está recibiendo grandes cantidades de arena en su zona marítimo terrestre y se está recuperando satisfactoriamente. Esa es la buena noticia que la doctora Ana Navarro ha desvelado tras un recorrido por la reserva natural urbana de Mayagüez. La mala noticia es que en vez de recuperar la playa y la zona marítimo terrestre, “están volviendo a inutilizarla”.

El huracán María dejó al descubierto la zona marítimo terrestre (ZMT) del barrio El Maní, al remover grandes cantidades del relleno, de todo tipo, que se había colocado sobre la arena de dicha zona para la construcción de la carretera PR-64 y las viviendas aledañas a la playa. Se trata de una de las zonas más afectadas por el paso del huracán de categoría cuatro, que arrasó la isla, el 20 de septiembre de 2017.

“Lo anterior develó una playa hermosa, con un gran volumen de arena que debemos rescatar por varias razones: a. Mayagüez tiene playa y el huracán la dejó visible, b. Si Mayagüez quiere desarrollar el turismo debe comenzar con proteger su playa, c. La nueva zona marítimo terrestre de Mayagüez es un área de dominio público que además sirve como área de impacto de las marejadas y de las olas de temporales, por lo que sabiamente debemos dejar el área lo más natural posible, sin volver a re-hacer las construcciones destruidas ni colocar nuevos escombros que eventualmente serán impactados de nuevo por otros eventos naturales costeros como huracanes y marejada”, explicó Navarro a mayagüezsabeamango.com.

La investigadora, quien tiene un doctorado en Oceanografía Química, dirige proyectos de investigación y servicios educativos a la comunidad relacionados con calidad de agua en ecosistemas marinos para el Programa Sea Grant, asegura que, “hay contratistas entorpeciendo este proceso, al impactar la zona marítimo terrestre y el ciclo de acreción (crecimiento) de la playa y rellenando con escombros (grandes piedras) sobre la arena”.

Dra. Ana NavarroDra. Ana Navarro“Rellenar la Zona Marítimo Terrestre (ZMT) con piedras inutiliza la playa, la ZMT, el ciclo de movimiento de la arena, promueve la erosión, como ocurre en Rincón, y destruye el atractivo natural de la costa”, insistió. Las fotos que envió y que aquí se publican muestran, en parte, lo denunciado por la asesora ambiental.

La también abogada, quien ha trabajado por más de 15 años junto a la organización Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente (MSA) en proyectos de preservación y conservación de la Reserva, dijo no conocer el nombre de los contratistas.

Recomendaciones: demarcar y dos carriles

La profesora universitaria ha recomendado: “que se demarque la ZMT, incluyendo el área hasta donde llegaron las más grandes olas del huracán María y las marejadas; que se remueva todo tipo de escombro de estructuras colapsadas, vehículos, basura, etc. de la ZMT y permitir el flujo natural del agua, el mar y la arena. Mantener la carretera #64 con dos carriles como esta en la actualidad”.

Se sabe, que una de las funciones naturales del ecosistema del Caño, también conocido como Pantano Sabanetas, es servir como sistema de control de inundaciones en la zona. También permite mejorar la calidad del agua y controlar la erosión del suelo. Es una zona de filtración de contaminantes en el agua de recarga de los acuíferos, que permite un aumento en el volumen del agua subterránea.

“Prefieren una pelota de asfalto que una playa hermosa. Las olas del huracán y la marejada demostraron que, por lo menos, los dos carriles de la PR-64 más cercanos a la playa, están en la zona de arena de la playa y que dicha carretera la construyeron rellenando la playa con escombros, tierra y basura. Y no hemos aprendido NADA con el huracán María. En vez de recuperar la playa y la zona marítimo terrestre, están volviendo a inutilizarla”, reiteró Navarro quien trabaja con varias organizaciones ambientalistas comunitarias.

Advirtió que cuando venga otra marejada y otro huracán, “volverá a llevarse las piedras, el asfalto y todas las estructuras que ahora mismo están en la zona marítimo terrestre, y volveremos a quejarnos y perderemos una cantidad valiosa de recursos y dinero tratando de ir en contra de la naturaleza”.

“Esto llora ante los ojos de Dios, como decía mi abuelita”, se lamenta.

La doctora Julia Mignucci, del grupo fundacional de MSA, vinculada a la restauración y conservación de La Boquilla, coincide en que “Mayagüez debe asegurar que se demarque la zona marítimo terrestre que el huracán mostró su nuevo y verdadero deslinde”.

En los años 90, Mignucci, junto a otros profesores del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) y grupos comunitarios representados por la organización Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente, produjo información científica que confirmaba los daños a la salud que provoca la quema de carbón. El grupo movilizó a la ciudadanía y logró detener la construcción de una planta de carbón que la firma Cogentrix quería construir en la bahía de Mayagüez.

Dra. Julia MignucciDra. Julia MignucciLa Boquilla

El Caño Boquilla es parte de un sistema hidrológico que drena la Cuenca del Río Grande de Añasco hacia la Bahía de Mayagüez. El sistema tiene otros dos caños o estuarios, el Caño Maní en la jurisdicción de Mayagüez y el Caño La Puente en la jurisdicción de Añasco.

“El mantener este sistema saludable asegura el control de erosión de la zona, el control de inundaciones por el Río Grande de Añasco (RGA) y provee para la seguridad de los vecinos. El sistema también incluye una gran extensión de manglares que protegen la costa de los embates de eventos climáticos extremos. Todo el sistema es parte del ciclo del agua que nutre la cuenca del RGA”, puntualiza Navarro.

La Reserva Natural está al sur del Río Grande de Añasco, desemboca al Pasaje de Mona y consta de 87.32 cuerdas de manglares y entre 411 y 514 cuerdas de bosque de pantano.

A la fitopatóloga Mignucci el silencio del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) le resulta cuando menos cuestionable. ¿Qué tiene que decir sobre todo esto el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y, más que nada, qué está haciendo con esto, cuya construcción impacta la zona marítimo terrestre que es parte de una Reserva Natural?”.