La Patria es…

Detalles

por Álvaro Corrada del Río

Reproducimos, por su interés, la transcripción de la homilía del actual obispo de la Diócesis de Mayagüez, Monseñor Álvaro Corrada del Río, en la misa de despedida a Rafael Cancel Miranda, el 8 de marzo de 2020.

Querido señor Alcalde de Mayagüez, querida señora alcaldesa de San Juan, todos los demás miembros de la política y de diferentes grupos que se han organizado para venir aquí, a este momento en la catedral Nuestra Señora de la Candelaria en Mayagüez:

Su querida esposa pidió esta misa, y cuando yo me enteré, inmediatamente, dije que sí, con mucho agrado, con mucha alegría.

De su esposo, del padre de ustedes, la intimidad ustedes la conocen. Su carrera política, humana, todos la conocemos y la hemos visto en los periódicos, en los medios. Así que yo no voy a hablar del pasado, yo voy hablar del futuro. Un hombre como este tiene futuro. Los demás que no miran hacia el futuro como Cristo, “yo voy a la resurrección, voy a la vida”, pierden el camino y piensan que no son como Abraham, el de la primera lectura, que salió de su tierra a la tierra prometida. Puerto Rico es la tierra prometida nuestra. Y ha tomado y tomará cientos de años, pero ninguna de ustedes, ninguno de ustedes, renuncie a ese futuro. Podemos quejarnos del pasado, que hay que escudriñarlo. Podemos ver las raíces de Rafael Cancel Miranda, aquí en Mayagüez, su familia, su esposa, desde donde partió, Córcega. Todo eso del pasado es bueno, pero Puerto Rico mira al futuro. Puerto Rico no mira a las miserias del presente, sino para tomar medidas y resolverlas.

Rafael Cancel Miranda fue un hombre que de acuerdo a las enseñanzas de la iglesia católica vivió lo que la Iglesia pide. Lo que lee el salmo hoy: la lealtad, la veracidad, la vida de su pueblo. El señor Jesús transfigurado para sus discípulos, los tres, Pedro, Santiago y Juan, lo ven transfigurado. Y Cristo se transfigura para que no le cojan miedo a la cruz, a esa ignominia que es la cruz, que es la lucha.

Mis hermanos y hermanas, nosotros estamos contemplando la vida de un hombre que luchó. Y la Iglesia respeta, admira, la valentía y la sacralidad de la patria, de la tierra que tenemos. El señor Dios ama al ser humano y ese amor no es de palabras, sino de acción, y le hizo tres promesas.

La primera promesa que Dios le hizo a la humanidad, al pueblo de Israel, fue la libertad de Egipto. Y la cumplió. Y nosotros, mirando al futuro, no podemos ser menos que el pueblo de Israel esclavo en Egipto y decir: la libertad es nuestra. La libertad que Dios le prometió al pueblo de Israel se la concedió. Esa esperanza al futuro es la que mide la voluntad del ser humano en las luchas.

La segunda promesa la escuchamos con Abraham. Le prometió una tierra de promisión y lo cumplió y se la dio. Puerto Rico es tierra de promisión, pero la Patria es…valor y sacrificio (contestan los y las asistentes a la iglesia). Don Pedro Albizu Campos, que oía la misa — yo lo vi, de niño— desde la sacristía. ¡Maestro! Y Rafael Cancel Miranda fue parte de ese ecosistema que surgió en aquel momento en Puerto Rico: el de crear la tierra prometida que nace de él. A nosotros nos corresponde también hacer nuevos ecosistemas para Puerto Rico. Yo lo llamo, el Papa Francisco lo llama ecosistemas, yo lo llamo espacio sagrado porque filosóficamente, espiritualmente y en la fe, la mujer y el hombre tienen que luchar para crear el espacio sagrado dentro de tu familia. ¿Qué tiene limitaciones..? Crear espacios sagrados para ti, para tu familia es necesario en Puerto Rico. Esos ecosistemas se están creando y están surgiendo y vienen del testimonio de todos ustedes.

La tercera promesa fue el mesías. Y lo cumplió Dios al pueblo de Israel mandándole a su propio hijo que entregó su vida por nosotros y nos bautizamos en su sangre. Nadie se bautiza a sí mismo. Nadie se salva a sí mismo. Es Dios, su gracia. No son las obras, es la gracia de Dios que nos dio por su hijo amado entregado hasta muerte en cruz ¡y crucificado! Y resucitado al tercer día. Nosotros venimos a un entierro, pero no podemos, en el dolor, entregar la esperanza del futuro: la futura resurrección. No podemos ser un pueblo miserable, deprimido, que se entrega a un materialismo rampante. Tenemos que ser un pueblo que tiene mesías, que tiene un futuro, que mira su futuro con alegría, con esperanza y con amor.

Mis Hermanos y hermanas, estamos ante el cuerpo de Rafael Cancel Miranda. Conocemos su gesta, conocemos su poder y en el silencio del corazón, en el dolor del alma, nosotros, nosotras ¿vamos a estar mirando a la muerte o a la resurrección y la vida? Dios ama a cada ser humano y cada ser humano es sagrado para Dios y para nosotros. El pueblo de Puerto Rico con todos nuestros pecados, miserias y crímenes, sabemos que lo que le pasó a Alexa destruye la dignidad del puertorriqueño y de la puertorriqueña y de cualquier persona.

Miramos al pasado con orgullo y acción de gracias por este hombre. Pero nosotros miramos al futuro de que esa dignidad de la persona humana se restablezca clara, definitivamente en Puerto Rico. La patria no es solamente unos principios, un terreno. La Patria son los principios, los valores, la lucha de un pueblo para establecer su dignidad y su espacio sagrado.

Rafael, los que estamos aquí ¿vinimos a enterrarte? No. A ser testigos de tu resurrección, testigos de que tú luchaste bien.

¡Que viva Cristo el Salvador! ¡Que viva Puerto Rico libre!

- Todas las fotografías en este artículo son de la fotógrafa y periodista Alina Luciano.

- Transcripción de CLARIDAD de la grabación audiovisual emitida por mayaguezsabeamango.com. Videógrafa: María Isabel Vicente Mestre.